El festejo sano
A la gran mayoría de la gente le irritan las fechas patrias. A casi nadie le gusta ir a los desfiles ni a las celebraciones, casi nadie usa escarapela, pocos comen locro y al chocolate con churros lo miramos por tevé.Este artículo fue publicado en el diario Crítica de la Argentina el día 2009-05-25 03:00:00 +0000
A la gran mayoría de la gente le irritan las fechas patrias. A casi nadie le gusta ir a los desfiles ni a las celebraciones, casi nadie usa escarapela, pocos comen locro y al chocolate con churros lo miramos por tevé. Nadie tiene ganas de fechas patrias, ya no es ningún secreto y tampoco nos da tanta vergüenza aceptar que no nos importan para nada. Siempre me pregunté por qué será esto, ¿serán los ejemplos nefastos que tuvimos de gobernantes? ¿Será que no existe la nacionalidad argentina aún? ¿Que somos rejunte? ¿Será falta de amor por la patria? ¿Sabemos la diferencia entre patria y país? ¿O es simplemente pereza y punto, ganas de descansar y que vaya el otro a poner la jeta y a enchufarse la escarapela?
Esto que escribo es un tema viejo y es un bodrio hablar de esto, pero justamente que el tema sea o resulte un bodrio me da de algún modo la razón. Nos está diciendo que no queremos ni hablar ni escuchar del tema.
Pero hoy tengo la intención de justificarnos y quedar libres de culpa y cargo para siempre. Es que he notado que en casi todos los países es así. Hasta en los Estados Unidos creo que es ficticio el festejo, lo que sucede es que se responde a un gran show al cual el pueblo no quiere faltar, ¿pero está el sentimiento profundo y concienzudo presente en el pueblo norteamericano? Tal vez en algunos pocos, como en todo siempre hay algunos pocos por suerte.
La reacción general de la gente en el día del festejo en casi todos los países en los que me ha tocado estar en fechas patrias, ya sean europeos o americanos, es de hartazgo y de aburrimiento. ¿Está mal que sea así? ¿Está mal que nos harte y no tengamos ganas de ir a los festejos? ¿Es más patriota el que va? ¿Si no tomo chocolate con churros hoy seré menos patriota? ¿Si uso escarapela soy más argentino que el que no la usa? A muchos mis preguntas y mi planteo les puede parecer infantil.
Pregunto entonces por qué nos obligaban y siguen obligando en los colegios a usar símbolos patrios y a festejar. ¿No es eso infantil?
Muchos usan escarapela para no pasar vergüenza o por miedo a ser mirados como traidores a la patria, descorazonados y es precisamente por eso que se diluye la demostración genuina, espontánea y fogosa. Se nota esa escarapela comprada hace 15 años, esa que está en el tercer cajón de la cómoda y se saca sólo en las fechas. Usar esa cintita raída, mugrosa y triste que parece un malfatti o un moco pegado en la solapa no es patriotismo, es culpa, es miedo, es cumplir y punto. Los que tomarán hoy chocolate con churros en la Catedral tampoco son creíbles sobre todo cuando no pagan lo que deben, “tomá chocolate, pagá lo que debés…”.
¿Habrá chocolate?
¿Habrá churros de verdad?
¿O estarán las tazas vacías y serán los churros de cartón?
¿Tienen ganas de estar ahí los que están?
¿A cuántos de ustedes les importa realmente festejar su cumpleaños?
¿Cuántos de ustedes quieren estar el día de su cumpleaños?
Sin embargo se siguen cumpliendo los años sin cesar y no por eso creo que estemos tristes de cumplirlos, es simplemente no tener ganas del festejo. Por eso propongo lejos de querer ser sarcástico e irónico que pensemos si realmente los símbolos puestos por imposición o la asistencia forzada en estos casos no es totalmente contraproducente y desmorona más aún el poco sentimiento verdadero pero en silencio que en algunos queda.
El amor a las cosas nace y crece solito y despacito dentro de cada uno. Siempre me chocó que los maestros nos dijeran y nos ordenaran amar a la patria, sentía que creían que éramos tarados, salvajes e insensibles. Tal vez la apatía y el desencanto en estas fechas son consecuencia de un residuo de rebeldía por ese machacar escolar.
También reconozco que hay años en los que quiero festejar y años en los que no, y no está necesariamente relacionado con estar contento con quien gobierna. Festejar es finalmente estar con ánimo, si estás animado comprate la mejor escarapela y mostrala orgulloso, tragate miles de churros y empachate con chocolate y si no quedate piola que no solamente no es la muerte de nadie, sino que es tu íntimo y sano respeto hacia vos y hacia tu patria. ¡Salud!